29 de julio de 2010

La residencia de Pontepedriña ya está terminada pero falta equiparla

Publicado en La Voz de Galicia, 29/07/2010:

«Alcalde, ¿que necesita a cidade?». La pregunta la formuló hace tres años el empresario compostelano José Otero y fue el arranque de la residencia pública de la tercera edad que abrirá en Pontepedriña con capacidad para 150 plazas bajo la gestión de la Xunta. El edificio está concluido y pendiente ahora mismo de la obtención de la licencia de primera ocupación, aunque después corresponderá a la comunidad autónoma asumir su equipamiento para que comience a funcionar.

Su promotor, José Otero, a través de la fundación a la que da nombre junto con su esposa, Carmela Martínez, abrió ayer las puertas de este inmueble para mostrárselo al alcalde, «quen colaborou dende o primeiro día» con esta iniciativa. Porque si el empresario decidió dedicar de forma altruista parte de su patrimonio a levantar este edificio, el Ayuntamiento le correspondió con la cesión del terreno, mientras que la Xunta asumirá la prestación del servicio.

Así se recoge en el convenio que suscribieron las tres partes en su momento, aunque en otro bilteral con la Xunta José Otero quiso tener presentes a sus 51 empleados, que tendrán opción preferente de acceso a dicha residencia, junto con sus cónyuges, siempre que haya plazas libres y cumplan los requisitos.

El empresario, sin hijos, quería hacer algo en beneficio de la ciudad y un día pidió una entrevista con el alcalde. Buscaba orientación en el primer edil sobre qué necesitaba Santiago. Escuelas infantiles y residencias de la tercera edad, contestó Bugallo, si bien le indicó que en el primer caso esa necesidad estaba más encaminada a través de un convenio con la Xunta, mientras que la segunda «non se acababa de encamiñar». Al cabo de unos días, tras consultarlo con su esposa, se decidió por una residencia de la tercera edad. El matrimonio conocía por propia experiencia, a través de la atención que requirieron sus madres, los cuidados que precisan algunos mayores. Y también era consciente de que la contratación de personal específico para su atención no está al alcance de todos los hogares. La decisión, que supuso una inversión próxima a los seis millones de euros, aunque Otero evitó ayer hablar de cifras, estaba tomada, pero faltaba el terreno. «Eu non o teño», dijo el empresario al regidor, y este último propuso entonces la cesión del de Pontepedriña, en el que el alcalde ya pensaba hacía tiempo para ese uso.

El emplazamiento contó con el beneplácito de los promotores y el edificio se levantó al lado del parque Granell con el «entusiasmo» del propio Otero y de los técnicos que lo asistieron en un proyecto personal que aportará a la ciudad 150 plazas públicas para la tercera edad repartidas en 50 habitaciones individuales y 50 dobles. La Fundación Jóse Otero-Carmela Martínez contribuirá además a la conservación del edificio con una asignación económica durante unos años.


http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2010/07/29/0003_8637529.htm

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