El arquitecto de la avenida de Barcelona cree que las mejores viviendas hechas por manos privadas en Santiago son las de Otero Pombo. Se refiere a los edificios de La Vaquería, Casas do Rego, Caramoniño o el de la Alameda.
Coll cree que la labor de Víctor López Cotelo, el arquitecto de referencia de esa inmobiliaria, ha sido determinante, pero dice que "no hay una buena obra, sino un buen promotor".
En cuanto a los pisos protegidos, destaca el barrio de Fontiñas. "En su momento era interesante, aunque soy crítico hacia alguno de los planteamientos urbanísticos y arquitectónicos". Pese a ello, destaca que, en su momento, hubo una actitud positiva, porque se siguieron criterios que se creían los más avanzados, independientemente del resultado. En esa línea, ve que en Compostela falta ese espíritu, ese riesgo: "La arquitectura privada se ha quedado en estereotipos regionalistas que vienen de principios del siglo XX". Por ello, cree que no hay, aunque es necesario, "unos criterios actualizados".
FECHA: 04/07/2007 MEDIO: La Voz de Galicia EDICION: Suplemento sobre Vivenda
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